“Si estás buscando alguien que te diga que no hace falta que comas bien ni hacer ejercicio para mejorar tu aspecto físico, ya puedes salirte de aquí”

No hay, absolutamente nada, que te haga perder peso, tonificar tu cuerpo, reducir la celulitis o mejorar tu abdomen, sin un cambio de hábitos.

Pero, aplico una metodología, nada nueva ni milagrosa, con la que ya más de 1.500 mujeres han conseguido sus resultados con éxito, de manera tan sencilla que puede hasta que te asuste.

Quizás te interesa.

Una vez aclarado esto. 

 

Si no has salido de aquí aún, es porque estás de acuerdo conmigo en el titular de antes.

 

Si no estás de acuerdo y piensas que la solución es encontrar el santo grial, la píldora mágica, los batidos Detox, las fajas reductoras, las cremas para la celulitis o el cuerno púrpura de un unicornio, te doy un segundo y último aviso de que éste no es tu sitio. 

 

 

Sigue buscando fuera. 

Tienes de todo eso por ahí. 

A patadas.

 

 

Suerte.

 

(Llévate un rosario, por si acaso te ayuda)
 

 

Bien.

 

Ahora ya estamos solos. 

Perdona la espera, era por si quedaba alguna despistada.

 

 

Sigamos.

 

 

Lo primero que debes saber de mí, es que, aunque quisiera, no puedo masticar ni entrenar por ti. 

 

No obstante, si eres una mujer con ganas y compromiso de resultados, creo que estás en el lugar adecuado.

 

O quizás no. Lo descubrirás tú misma en esta página.

¿Que por qué lo sé?

Porque de haber probado este método que te voy a contar, no seguirías leyendo ni estarías aquí.

 

Los resultados son inevitables si sigues esta metodología.

Insisto, si sigues los pasos.

 

Cuando me apunté a un gimnasio por primera vez, allá en el año 2000, estaba muy perdido.
Sentía de todo.

Vergüenza por mi físico, por no hacer los ejercicios bien, me daba mucha pereza ir, tenía complejos… y unas pocas cosas más.

Me pasaba horas y horas leyendo. Leía y leía, y volvía a leer de todo, relacionado con la nutrición y el entrenamiento.

Buscando el santo grial, sí. Buscaba esa dieta y ese entrenamiento que me proporcionaran resultados de una vez por todas.

Quería cambiar.

Llegué a probar todo tipo de dietas y entrenos que puedas imaginar.

Vivía de dieta en dieta y tiro porque me toca.

Además, cada vez que hablaba con alguien sobre estos temas… bingo.

Más confusión para mí.

Uno te decía una cosa, otro otra, y así.

Parece que, al menos en España, hay tantos millones de entrenadores y nutricionistas como habitantes del país.

Desde tu vecina del quinto que te quiere enganchar a Herbanosequé… hasta el cuñado de turno que te recomienda la última dieta “megadetox” que ha probado con la que ha perdido 3 kg en 2 semanas a base de cenar un yogur y no comer pan.

Pan malo, caca, demonio, susto, muerte.

Que si ayunos intermitentes,

que si zumito de limón por las mañanas,

que si hidratos de carbono no los huelas que engordan (hay una leyenda que dice que te roban la casa y secuestran a tus hijos…cuidado),

y demás asuntos turbios que estoy seguro que te sonarán de algo.

 

El caso es, que yo pasaba muchísima hambre.

 

Y mi cuerpo seguía igual de “escombro” que siempre.

 

No solía fallar en el gimnasio. Bueno, solía, del verbo soler. Creo. No me juzgues.

Soy de INEF, en la carrera me enseñaban deportes y salud, no a escribir, perdón.

Digo solía, porque la realidad era que, al no ver resultados, sentía que perdía el tiempo esforzándome sin recompensa alguna.

Ninguna. Ni un poquito.

Por eso mismo, constante lo que se dice constante… no era.

Pero ahora lo veo normal… si no tienes resultados, ¿para qué alimentarse bien y entrenar?

 

Es absurdo, bajo mi punto de vista.

 

Aparte de sentirnos bien con nosotros mismos y todo ese rollo, no se tú, pero yo busco también que mi físico lo refleje.

 

Al menos un poco. 

Después de probar todo tipo de dietas y entrenos, de todos los colores y formatos que puedas imaginar. Cetogénica, Paleo, Atkins, ayunos, reverse diet… y alguna más que me habré inventado en el camino.

 

Desesperado y frustrado, descubrí el “mundillo” de la suplementación.

 

Ya sabes, esos botes de pastillas de colores.

Error. Sí.

Otro error más a la larga lista.

 

Pero yo creía que eso era lo que, por fin, me aportaría resultados.

 

Llegando a gastar una media de 250 € mensuales durante 3 años.

 

Sí, has leído bien. Te lo pongo en letras. Doscientos cincuenta y tres años. 

Iluso de mí.

No sabía ya que atajo buscar para conseguir resultados.

Como puedes imaginar, perdí mucho dinero tontamente, salud y lo más valioso… tiempo. Y seguía con el mismo cuerpo escombro que cuando empecé.

Por supuesto.

En esa situación, ya sabía TODO lo que NO tenía que hacer.

Ahora por fin, sabía que todo eso no servía absolutamente de nada.

Lo había vivido bien de cerca.

Ese no era el camino.

 

Gracias a todos esos errores, decidí formarme estudiando en la universidad ciencias de la actividad física y la salud, empalmando con un máster en nutrición deportiva, más tropecientas mil formaciones relacionadas con estos ámbitos.

 

Quería aprender de todo. Todo lo que salía me lo compraba, seminarios, cursos, congresos… era un culo inquieto con muchas ganas de aprender y encontrar otras vías.

 

Gracias a todos esos errores y a personas con más experiencia que yo, que me ayudaron en ese momento donde me sentía tan perdido, descubrí que existían otros caminos donde sí se conseguían resultados extraordinarios.

 

De forma increíblemente sencilla. Que no fácil. 

Hago hincapié en la sencillez.

 

 

Si había otras personas logrando resultados en su evolución física y, además, siendo felices… tenía que haber otro método joder, claro que debía de haber algo que yo no sabía. 

 

Y así fue. Lo encontré. Y lo puse en práctica. Y en esta página te enseñaré en qué consiste.

Descubrí que no hace falta sufrir un calvario para lucir buen físico.

 

Ya no me obsesionaba.

No vivía frustrado o sin motivación para entrenar.

 

Sentía que no estaba a dieta, por primera vez en mi vida. 

¿Conoces a alguien que te haya dicho eso de “yo es que llevo toda la vida a dieta” ?

 

No se tú. Pero yo conozco a unas pocas. 

 

Comía muy variado, bocadillos de jamón y queso (que me flipan, antes ni los olía), desayunaba fuera de casa, salía a cenar sin miedos, y además veía resultados. Por fin.

Tuve que des-aprender muchísimos mitos y creencias que tenía en mi cabeza.

Me costó ojo.

 

Y tú también tendrás que hacerlo.

Ya te lo adelanto.

 

También tuve que ir renovando armario, porque mi cuerpo cambiaba. Todo sea dicho.

 

Y tú, con alta probabilidad, también tendrás que hacerlo, si sigues esta metodología. 

 

Avisada quedas. 

Luego no quiero llantos.

 

Sí, ya lo sé. No te preocupes si ahora mismo piensas que todos esos mitos también los tienes tú o te suenan de algo.

Es normal.

 

Pero no me creas nada de lo que digo. Lo comprobarás tu misma.

Es lo que yo hice. 

 

Y lo que ya han hecho 1.500 mujeres desde 2010.

 

Hasta la gente de mi alrededor lo notaba.

 

Tanto por dentro, como por fuera. En mi físico, y a nivel mental.

 

 

Aprendí y comprobé, que se puede comer prácticamente de todo y lograr el físico que deseas.

 

Se puede perder grasa (o ganar masa muscular si ese es tu objetivo) de forma fácil.

 

Sí, ahora sí he dicho fácil. Porque lo es.

 

 

Es fácil si alguien te indica el paso a paso para que sepas cómo hacerlo.

 

 

Y, por si no lo habías imaginado aún, de eso me encargo yo.

 Tranquila. 

Lo verás aquí donde estás.

Y es por todo lo anterior, que más del 80 % de las dietas fracasan.

Porque nadie te enseña a crear ni instaurar hábitos que puedas mantener, simplificar las cosas y hacerlo sostenible.

Lo que vende es el ingrediente secreto del batido detox quema-grasa 2.0 con el que perderás 10 kg en dos semanas, desde el sofá de tu casa y sin sudar.


Esto es lo que la mayoría de gente quiere escuchar. Y caen.
Pero no estoy aquí para eso.

Ni tú tampoco porque no me estarías leyendo.


Para lo que sí estoy es para enseñarte un método sencillo, nada milagroso ni revolucionario, pero tremendamente eficaz.


Más abajo verás cómo lo haremos.

Creo que a estas alturas, ya sabes que no hace falta sufrir un calvario para lograr resultados. 

 

Sabes que es imposible disfrutar tu día a día comiendo lechuga y pescado, arroz y pollo, claras de huevo con avena o pollo y arroz otra vez.

 

Eso es un camino que no se puede mantener. 

 

Algo insostenible.

 

Yo, por cabezón, aguanté 3 años como has visto. Y lo pagué caro.

 

Ahora, si has llegado hasta aquí, sabes que existe otro método para conseguir resultados en tu físico sin tener que vivir en un suplicio.

 

Y, al igual que ya lo han conseguido más de 1.500 mujeres a las que he tenido el placer de ayudar durante más de diez años, tú también puedes lograrlo.

 

Si quieres y tomas acción, porque no sólo es cuestión de querer.

No basta sólo con desear mucho algo.

Un deseo, sin un plan de acción y sin actuar… no sirve de nada.

 

Si quieres ser tú la siguiente en disfrutar de este camino, actuar y ver resultados, ahora pasaré a explicarte mi metodología de trabajo.

Cómo lo vamos a hacer:

Hazlo simple. Hazlo fácil. 

Sigue el paso a paso de una metodología ya probada. 

No te compliques. 

Sigue la metodología con la que ya más de 1.500 mujeres están disfrutando de sus resultados

¿En qué consiste el Servicio?

Asesoría Premium

Asesoría Advance

Incluye todo lo anterior más:

Descubre la metodología con la que ya más de 1.500 mujeres están disfrutando de sus resultados

Preguntas frecuentes

No tengo mucho tiempo para entrenar… ¿cuánto tiempo tengo que dedicarle para ver resultados?

No necesitas pasar horas y horas en el gimnasio, ni entrenar siete días por semana, ni seis. Pero, para ver resultados, el mínimo es de tres días por semana, 60 minutos por sesión. Si no dispones de este tiempo, de verdad, no podemos garantizar resultados. Me encantaría decirte que con entrenar 30 minutos por semana y el resto del tiempo estar viendo Netflix podrías conseguir el físico de tus sueños, pero… prefiero ser claro. Me va mejor, y me siento mejor así.

¿Qué precio tiene el servicio de Asesorías?

Depende del servicio que escojas. La inversión varía desde 247 € hasta 597 €, según el tipo de asesorías que encaje mejor contigo, Premium o Advance. 

Nunca he empezado con ningún entrenamiento. ¿Esto es muy complicado? ¿Sabré hacer los ejercicios correctamente?

Lo importante es empezar, no te preocupes. Nos adaptamos a ti, y mucha gente llega de nueva. Iremos de la mano contigo. Te daremos todas las facilidades posibles para que sepas cómo ejecutar correctamente los ejercicios, hacemos muchísimo hincapié en esto.

¿Es esto para mí?

A estas alturas, ya seguramente lo sepas por ti misma. Si buscas obtener resultados diferentes a los que has tenido hasta ahora, estás en el lugar adecuado. Pero la decisión es tuya.

¿Puedo entrenar en casa? Ya que no me gusta ir al gimnasio.

Por supuesto. Hay muchísimas mujeres entrenando en casa. No necesitas gran material. Sólo con unas gomas (nosotros nos encargamos de decirte exactamente cuáles) y tu propio peso corporal, ya puedes hacer mucho más de lo que piensas.

Si durante los tres meses me lesiono o tengo una operación, ¿se congela el servicio?

Hacienda a mí no me congela nada… y el seguro del coche lo sigo pagando, aunque no lo arranque en cuatro meses. Incluso el gimnasio, si no voy también siguen cobrando. Pero tranquila, soy humano, de carne y hueso como tú. Por supuesto que si hay algún tipo de lesión o circunstancia similar (que ojalá que no), congelamos el servicio hasta que puedas volver a ponerte en marcha. Somos un equipo de seres humanos. A mi tampoco me gustaría que mi entrenador me hiciera eso. Y trato de actuar en base a como me gustaría sentirme en un servicio así, siempre.

¿Hay garantía?

Si buscas garantía, este no es tu sitio. Desde el minuto uno, una vez que recibimos la entrevista inicial y toda la documentación necesaria, trabajamos analizando tu situación al máximo detalle diseñando la mejor estrategia para alcanzar tus objetivos. Esto requiere de tiempo, al ser algo totalmente individualizado. Por ello, una vez que recibes tu programa, no hay garantía alguna. La garantía que sí te doy, es que, si cumples con lo que te pautamos, verás resultados. Si o sí. Así de sencillo.

¿Podré preguntar todas las dudas que quiera?

Todas todas. No existe duda tonta. Pregunta lo que necesites. Siempre.

Una vez ya rellenado la entrevista inicial, ¿cuándo recibiré mi programa para empezar?

Entre 48 y 72 horas laborables. Al ser un servicio personalizado, es imposible que en el mismo día lo tengas en tu poder. De ser así, te estaría mintiendo y sería una copia pega de libro. O sería una máquina trabajando en lugar de un miserable humano como yo. Manuel Escalera diseña todos y cada uno de los programas de nutrición y entrenamiento, y créeme que prefiero entregarte calidad que ir a cantidad y rápido. Valoro mucho la calidad cuando compro algo, y trato de que tú obtengas un servicio y una experiencia de calidad excelente. Si no, me dedicaría a otra cosa.

¿Es una buena inversión?

Nadie mejor que tú para saber eso.

Ahora podría ponerte 5698 fotos de fotografías con cambios de cuerpos y ese tipo de cosas que todo el mundo hace.


Sería muy fácil y tardaría más bien poco.

Pero haré algo mejor. No hacerlo.


Soy consciente de que ver fotos de otras mujeres, los típicos resultados de antes-después que estarás cansada de ver por todos sitios (igual que yo), es algo que puede animarte o incluso todo lo contrario.

Y además, podría haberlas sacado de internet o haber puesto fotos de mis amigas.

Peores cosas he visto, desde luego.


Bien. Te diré algo.


Lo único que quiero que sepas es lo siguiente.


Las mejores fotos, y las únicas que te deben importar, son las que tú te hagas al principio y las que te hagas al final.

Ese es el único cambio que tienes que tener ahora en tu cabeza.


Prefiero ser realista y decirte que no te compares con nadie.

Nunca.

Cada una tiene sus objetivos, circunstancias, contexto y no existen dos personas iguales.

Tú eres única. Punto.

¿Aún te quedan dudas?

Todos los derechos reservados © Manuel Escalera